Psicólogos: expertos analistas de "vómitos".

Ir al psicólogo no es solamente ir a hablar

Psicólogos: expertos analistas de "vómitos"

 

     Las emociones son intangibles, sólo las podemos "sentir" a través de nuestro cuerpo. Por ejemplo: cuando estamos angustiados o preocupados podemos sentir ansiedad y angustia en el estómago, hay quienes sienten opresión en el pecho, o un nudo en la garganta, o hay a quien le da por comer compulsivamente, o todo lo cotrario, por comer poco. 

 

     No todos viven la ansiedad en el mismo sitio del cuerpo. Las vivencias de las emociones son

totalmente diferentes en cada uno.

 

     Lo importante es que cada uno aprenda a “leer” las emociones en su propio cuerpo. Esta es realmente nuestra tarea, no el evitar sentir las emociones, sino aprender a estar atentos cuando las sentimos en el cuerpo, aprender a identificarlas, aprender a leer estas señales de alerta en nuestro cuerpo, porque solamente así aprenderemos a trabajarlas.

 

     Ahora bien, cuando vamos al psicólogo exteriorizamos todo lo que nos preocupa. Ponemos en palabras lo que ronda en nuestra mente, y el simple hecho de poder exteriorizar lo que sentimos tiene ya un efecto calmante, es como quitarse un peso de encima. Y esto puede hacerlo todo el mundo, los amigos, la familia, la pareja, y nos viene bien. Pero habrás notado, que aunque “exteriorices” lo que sientes, pasado un tiempo, la angustia o preocupación vuelve. Y esto es porque hemos exteriorizado nuestras emociones pero no hemos hecho nada con ellas, sólo las hemos “escupido”, lo cual nos genera un alivio instantáneo, pero si no las colocamos correctamente, si no las trabajamos, la angustia va a volver.

 

     Hay quienes tienen la facilidad de autogestionar correctamente sus emociones, pero hay quienes necesitan un pequeño empujón, y para esto estamos los psicólogos.

 

    Trabajar las emociones no es solamente “hablar” de ellas, que repito, esto viene bien por un rato, trabajar las emociones es más complejo que sólo hablar.

 

 

Psicólogos: expertos analistas de “vómitos”

 

     Suena grotesco, lo sé, pero nuestras emociones mal gestionadas son igual de repulsivas y dañinas para nuestra salud que una regurgitación. 

 

     Cuando vamos al psicólogo no solamente vamos a vomitar los gusanos que llevamos dentro, todo en un ambiente donde nadie nos conoce, donde la otra persona está obligada a no juzgarme y escucharme, donde se supone que me va a decir qué es lo que me pasa, me va a decir si llevo o no la razón, pero no, no solamente es exteriorizar y hablar y hablar.

 

     Los psicólogos ayudamos a que ese vómito coja forma, coja sentido, que en lo que vomitas puedas ver lo que te ha hecho daño y tal vez aún lo sigue haciendo. El psicólogo te ayuda a espulgar ese vómito. Cogerá un trozo de manzana y un trozo de arroz, y con él aprenderás a determinar que “alimentos” son los que te sientan mal, qué personas y situaciones son las que te generan indigestión, te enseñará a aprender a decir que no, a establecer límites, te mostrará técnicas para elegir un mejor menú para tu tipo de metabolismo, a saber escucharte, en definitiva aprenderás a cuidarte emocionalmente.

 

     Cuando hablamos de nuestros problemas con un vecino o amigo, solamente vomitamos, y removemos el vómito, pero no analizamos el contenido, es verdad que nos da un alivio momentáneo, pero tarde o temprano volveremos a comer manzana o arroz y pediremos doble ración.

 

     Los psicólogos somos expertos analistas de vómitos ajenos. Por favor, no vuelvas a decir que tu amiga es tu psicóloga porque juntas espulgáis vuestros vómitos, no, eso no es psicología.

 

     Es verdad que todos tenemos la capacidad de aprender a analizar nuestro propio vómito y sacar nuestras conclusiones, pero hay momentos en que perdemos objetividad y no podemos hacerlo, así como también tenemos que considerar que casi nadie está por la labor de aprender a gestionar y analizar los alimentos (situaciones) que nos sientan mal. Vivimos tan pero tan deprisa, que no tenemos tiempo que perder en "banalidades", por la noche no tenemos tiempo para analizar por qué razón nos ha incomodado tanto el comentario del jefe, o la mirada de la compañera, no, no analizamos el cómo nos sentimos y así nos va.

 

     Anímate a mirar para dentro, a darte cuenta qué cosas, situaciones o personas te indigestan, y sino puedes, pide ayuda profesional. 

 

 

 

Luisa Pedrero Gil

Psicooncóloga

 

 

Si deseas concertar una cita con nosotros, puede pedir cita llamando al 628805302 o envíandonos un email a: psicologiadelcancer@gmail.com

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