En nuestra cultura, desde que nacemos, nos enseñan poco a poco cómo vivir (comer, caminar, correr, leer, relacionarse, trabajar, formar una familia, etc). Y a pesar de todos estos
aprendizajes olvidan enseñarnos lo ÚNICO que tenemos SEGURO al nacer, y eso es que tarde o temprano vamos a morir.
Cuando nos enfrentamos a una enfermedad avanzada, incurable y en fase de progresión nos vemos obligados a afrontar la muerte sin
saber cómo hacerlo, dónde o a quién acudir, generando aún más ansiedad de la ya existente.
El objetivo en la terapia es proporcionar al paciente y a sus familiares claves para facilitar el proceso de adaptación del paciente a su situación de fin de
vida, proporcionando datos, pautas y estrategias que sirvan para aliviar su experiencia de sufrimiento y la de sus familiares. Fomentando la apertura en la comunicación con la familia y con
ellos mismos. Mejorando la calidad de vida en ambos. Facilitar la elaboración del duelo tanto del propio paciente como de sus familiares y así poder acompañarle correctamente.