¿Está tirando la toalla?

Tirar la toalla. Psicología del cáncer

En consulta es muy común escuchar esta preocupación proveniente de los cuidadores principales o del mismo paciente.
 

Para responder, es necesario entender que el proceso oncológico desde su inicio es desgastante tanto a nivel físico como psíquico.

Los tratamientos oncológicos/hematológicos NO son aspirinas ni gelocatiles, presentan efectos secundarios, que muchas veces son más molestos que la misma enfermedad. Y que muchos de ellos son imperceptibles a simple vista, como lo puede ser la astenia, el entumecimiento de las manos, dolor en las articulaciones, pérdida del gusto...
El paciente, a su vez, lo vive como una distorsión, es decir, "se supone que los tratamientos son para curarme y para ponerme mejor, y desde que los recibo me siento peor..."!! Esta distorsión genera ansiedad e impotencia.

Nuestra tarea será ayudarle a reconciliar dicha distorsión. Motivando a que el paciente genere una actitud más activa en la búsqueda de información. Información que le ayudará a entender y a controlar más los síntomas.
 

Por ello es tan normal, que el paciente al sentirse molesto y agotado verbalice cosas como: "estoy cansado/a" "no puedo seguir" "esto está siendo muy largo" "no quiero más tratamiento" "quiero dejar todo e irme a casa"......... 


Aquí NO conviene minimizar o negar la queja, ¡Tiene todo el derecho a estar enfadado! lo mejor que podemos hacer por ellos es validar la emoción. Ahora bien, ¿esto cómo se hace? Aquí un ejemplo de cómo podemos responder:


Familiar : "es verdad, llevas razón, debes estar muy cansado" para luego agregar "¿qué cosas te ayudan a estar mejor cuando te sientes así?"


Con este pequeño pero gigante gesto, fomentamos el desahogo emocional, a la vez que alentamos al paciente a buscar recursos para su mejoría. Recuperando un poco el "control" de la situación. Así como también le hacemos sentir que lo que siente está siento validado.


Debemos tener claro, que cuando un paciente realmente está "tirando la toalla" no solamente verbaliza quejas, molestias,... si no además pasa a la acción.... pide el alta voluntaria (si se encuentra ingresado en el Hospital) como por ejemplo.

Lo cual también es respetable.

El paciente puede (y debe) decidir lo que él quiera y desee, siempre y cuando estemos hablando de un paciente que está informado y asume las consecuencias de sus decisiones, en este caso el de no seguir adelante con el tratamiento.

Es un tema controvertido, pero acaso ¿no es justo que se nos permita tomar decisiones de nuestra vida aún en la enfermedad? ¿Acaso la enfermedad nos anula como seres con criterio?

Deja que él/ella decida qué hacer. Apoya incondicionalmente, es lo que más necesita. 

Respetemos y demos espacio, tiempo, pero sobretodo compañia y esucha activa.

Ponemos las manos al fuego que ningún paciente rechazara la fórmula.

 


Mucha luz y fuerza

Luisa Pedrero Gil

Psicóloga-Psicooncóloga

 

 

 

Si deseas nuestra asesoría contacta con nosotros a: psicologiadelcancer@gmail.com o pide cita al 628805302.

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