La pareja del paciente con cáncer: buscar nuevamente el equilibrio

Pareja del paciente con cáncer

     

     Si observamos atentamente la naturaleza que nos rodea, nos daremos cuenta que se rige bajo un perfecto mecanismo de equilibrio. Todo proceso está unido a otro; cuando llueve se llenan los ríos, estos a su vez abastecen de agua a las plantas y árboles que se encuentran alrededor, donde éstas a su vez, sirven de alimento a cientos de animales.

 

     Nosotros hemos olvidado que formamos parte de la naturaleza, somos parte de ella, y por lo tanto, obedecemos a los mismos mecanismos seamos o no conscientes de ello. El equilibrio.

 

     En los humanos, y en nuestras relaciones, el estado de salud y bienestar dependerá siempre, pero siempre del equilibrio que tengamos en ellas.

 

     Todo en exceso es negativo. Así como beber 10 litros de agua nos podemos fastidiar los riñones, cómo el no beber agua nos lleva al mismo resultado, hacer mucho ejercicio nos desgastamos los músculos y articulaciones, así como el no hacer ejercicio nos infligimos un daño. Suena lógico y simple, pero se nos olvida. Pues lo mismo en la dinámica de nuestras relaciones. Si damos toda nuestra atención a nuestra pareja, cómo si ni le miramos, la clave está en un punto medio, en el equilibrio.

 

     Julia, una paciente de 39 años, casada y con 3 hijas, diagnosticada de un cáncer de mama hace 4 años y actualmente en remisión, aunque continúa con su tratamiento hormonal.

 

     Julia llega a consulta afligida porque siente que su marido pasa de ella. Me cuenta que se conocieron desde que ella tenía 17 años, se casaron a los 23 y hasta ahora. Llevan 22 años juntos y ella está agotada emocionalmente. Verbaliza que se hace cargo de todo lo relacionado con la casa y de sus hijas; la limpieza, la compra, la comida, las niñas, las tutorías, lavadoras, si hay que arreglar un grifo, si hay que pintar la casa, todo. Y además tiene que sacar adelante su trabajo de autónoma como editora web, que, aunque no tiene que salir de casa para realizarlo, necesita de tiempo y espacio para poder hacerlo.

 

     Aquí seguramente estarás pensando que la situación es muy injusta para Julia, pero desgraciadamente aún hay parejas en las cuales la distribución de las tareas y responsabilidades sigue siendo igual de desequilibradas que las que vivieron nuestras abuelas hace más de 50 años.

 

     Y no nos damos cuenta porque traemos inconscientemente patrones sociales obsoletos que no encajan en los tiempos de ahora. Esto es como seguir queriendo lavar la ropa en los ríos y arroyos, cuando ya tenemos lavadora y secadora en casa.

 

     Interioriza y se consciente de los patrones que traes tú. Piensa qué patrón y rol ha jugado tu madre, tu abuela, tus tías, porque, aunque no lo creas, traes mucho de ellas.

 

     Carlos, marido de Julia, ha jugado siempre los mismos roles en la familia: el de proveedor. Las bases de la relación se establecieron desde hace mucho tiempo y se han mantenido inamovibles. No porque Carlos no quiera moverlas, sino porque no ha habido la demanda explícita de Julia para hacerlo. Julia desgraciadamente ha tenido lo que muchas mujeres presentan en consulta: el pensamiento mágico. Y este es: "Carlos tiene que darse cuenta que me tiene que ayudar" "Por sentido común Carlos tiene que ver que tiene que hacer la cena" Y se refuerza diciéndose a sí misma: "Si fuese al revés, no haría falta que él me pidiese ayuda, yo lo haría".

 

     Paremos ya, nadie puede leernos el pensamiento, ni funcionar bajo nuestra propia "lógica" o "sentido común".

 

     Tenemos que aprender a PEDIR. Cuando en consulta trabajo justo esto es impresionante cómo algunas mujeres se frustran porque siguen centradas en que tiene que salir de ellos mismos. Aprendamos nosotras también a cambiar nuestros patrones mentales de "Todólogas", de "superwoman" que no pedimos ayuda a nadie. Luego somos nosotras mismas las que castramos simbólicamente a nuestras parejas y no les permitimos aprender a jugar otros roles.

 

     El trabajo de Carlos y Julia consiste en equilibrar las responsabilidades, convertirse en realmente un equipo.

 

     Muchas veces el cáncer sólo trae a relucir el desequilibrio que existía previamente a la enfermedad, y que la enfermedad lo único que ha hecho ha sido acentuarla, hacerla más visible. Si lo pensamos fríamente, gracias a la sacudida que nos trae la enfermedad podremos cambiar y mejorar la dinámica de pareja.

 

     Otro aspecto muy común también es cuando la pareja empieza a implicarse pero no lo hace cómo a nosotras nos gusta.

 

     Maricarmen, Chef de profesión, le diagnostican un cáncer de ovario, y durante el tratamiento su marido pide reducción de jornada para poder estar con ella en casa e implicarse. Hablaron y debido a las náuseas y sensibilidad olfativa que le generaba el tratamiento, decidieron que quien se haría cargo de hacer la compra y las comidas en casa sería Juan, el marido. En la segunda semana en que Juan llevaba la batuta de la alimentación y la compra en casa, Maricarmen me llama enfadada que quiere una cita conmigo. Al llegar a la consulta me dice que: no soporta a Juan, que está haciendo todo como él quiere, que su hijo nunca había comido croquetas congeladas, y que ya llevaban 3 noches en que han cenado lo mismo. Que ya habían discutido varias veces y que, si no lo hacía bien, que mejor ella se hacía cargo.

 

¿Tú qué piensas al respecto? ¿Maricarmen lleva razón? ¿Juan está cometiendo un error y debería hacer lo que Maricarmen le pide?

Pues ni uno ni otro.

 

     Maricarmen tiene que aprender a respetar la forma en cómo Juan está aprendiendo a llevar la compra y la dieta en casa. Y Juan tiene que aprender a escuchar las sugerencias de Maricarmen para llegar a un consenso en común. Es decir, flexibilidad de ambas partes. Flexibilidad.

Maricarmen deberá entender que es imposible que Juan cocine lo que ella suele cocinar (teniendo en cuenta que ella es Chef, y que Juan no sabía hacer ni un huevo frito), que no es porque no quiera esforzarse, ni porque no le quiera lo suficiente, y mucho menos porque lo hace por fastidiarla. No, simplemente él está aprendiendo un rol nuevo y necesita tiempo para ir perfeccionándolo.

 

     Que uno de los cambios que trae la enfermedad sea que aprendamos a ser más flexibles y pacientes. Pacientes para entender que estamos en un proceso de aprendizaje, que nadie sabe cómo afrontar un cáncer, ni nadie sabe cómo acompañar a un paciente con cáncer, y flexibles para entender que cada uno lo afrontará de la mejor manera posible. Aprendamos a ser bambúes.

 

     El bambú es uno de los árboles más resistentes que existen en la tierra. Aguanta ventiscas, huracanes y no se rompe, no se quiebra y es precisamente por su flexibilidad y por sus fuertes raíces.

 

     Como curiosidad, te cuento que el bambú tarda 7 años en salir de la tierra, siete años en los que se dedica a crecer para adentro, en formar unas impresionantes raíces que lo mantienen unido a la tierra, y después de los 7 años empieza a salir, creciendo hasta 1 metro por día, llegando a los 40 metros de altura. Esa resistencia a los vientos y tempestades se debe a sus raíces y flexibilidad, raíces que no tuvo de la noche a la mañana.

 

     No pretendas saber ni que tu pareja sepa, cómo llevar correctamente la tempestad de la enfermedad, necesitamos tiempo para mirar para adentro y hacer crecer nuestras raíces. Si nos trabajamos la paciencia aprenderemos a ser bambúes. La naturaleza es sabia, aprendamos de ella.

 

 

 

Felices reencuentros!

 

Luisa Pedrero Gil

Psicooncóloga

 

 

 

 

Si deseas concertar una cita con nosotros, puede pedir cita llamando al 628805302 o envíandonos un email a: psicologiadelcancer@gmail.com

 

 

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  • Isma Guzmán (jueves, 09. enero 2020 11:08)

    verdades como templos, muchas gracias Luisa

  • Ma Gloria (jueves, 09. enero 2020 13:04)

    me a encantado!! gracias! lo comparto

  • Miguel torres (viernes, 10. enero 2020 10:28)

    lo comparto gracias

  • elena mtz (jueves, 23. julio 2020 14:39)

    Gracias 🙂 🙏

  • Encarna Sanchez (lunes, 27. julio 2020 11:01)

    mi marido me ha pasado el enlace y nos hagustado mucho, esto es exactamente lo que nos pasa! mucha gracias Luisa

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