El cáncer es una enfermedad familiar, todos se ven afectados y comprometidos de una u otra manera. La rutina, los planes, las responsabilidades, todo cambia. Y si además no sabemos gestionar el volcán de emociones que aparecen pueden generar desencuentros, malentendidos y más sufrimiento.

Por supuesto que lo que menos necesitamos es esto.

De hecho está comprobado que el cuidador principal padece más ansiedad que el propio paciente, y esto desgraciadamente nadie lo sabe.

Ven con tu clan y trabajemos esos lazos, pautas de comunicación, reparto justo de responsabilidades, organización y recursos para volver a conectar y afrontar esto como un verdadero equipo.